miércoles, 24 de octubre de 2012

El aborto en Gran Hotel

En muchas películas y series de televisión se aborda la cuestión del aborto con distintos enfoques, en ocasiones mostrándose claramente a favor, mientras que en otros casos se hace una defensa de la vida humana.

En la serie Gran Hotel que se emite en Antena 3 y de la que ahora podemos ver la segunda temporada, también está presente el aborto.
La serie se desarrolla en un importante hotel (el rodaje se realizó en el marco incomparable del Palacio de la Madalena en Santander) en los inicios del siglo XX, y se muestra la importancia que se da a las apariencias. El director del Hotel Diego Murquía, que acaba de prometerse con Alicia Alarcón, una de las hijas de la dueña del Hotel, tiene un romance con Belén, una de las doncellas, y esta se queda embarazada. Cuando ella se lo dice y le pide que le ponga una casa y la mantenga, y también al niño cuando nazca, él se burla de ella y lo que hace es darle unos cuantos billetes para que se pague un aborto, pues él no se va a hacer cargo de ellos, y si ella dice algo nadie la creerá. Además decide echarla del hotel. A él no le interesa tener un hijo ilegítimo y ve el aborto como una salida aceptable, sin pensar en la vida del niño o en los deseos de la madre, y sin responsabilizarse de sus actos. Y actualmente esta suele ser una de las principales motivaciones para abortar, no asumir las consecuencias de los actos, eludir responsabilidades y conceder muy poco valor a la vida humana.

En esta serie algunos dan a la maternidad un sentido utilitario: Belén quiere ser mantenida por el director del hotel y padre biológico de su futuro hijo, al no conseguirlo engatusa a Andrés, un camarero muy bueno hijo de la gobernanta, para que se haga cargo de ella y del niño que espera. Además aprovecha la oferta de la dueña del Hotel: la mantendrá en su puesto y le dará una buena suma de dinero si le entrega el niño al nacer. Sin embargo, cuando doña Teresa, la matriarca del clan Alarcón, cambia de planes, lo que le da a la doncella es una bolsita de ruda, una planta abortiva, para que se deshaga de la criatura, sin importarle en absoluto esa vida humana, y amenazando a la criada con la pérdida del empleo. Y Belén, en vez de tomársela le prepara una infusión a otra doncella embarazada a la que le gusta Andrés.

Así que insisto en que se cosifica la vida humana, se le da muy poca importancia o se piensa que se tiene poder sobre la vida y la muerte, según los intereses de cada momento.

Siguiendo con esta serie también podemos comentar la actitud del médico que atiende a Sofía, la hermana de Alicia, cuando se cae por las escaleras y pierde el bebé que esperaba. La madre de Sofía le exige silencio y le poide que mienta y le diga a todo el mundo que tanto la madre como el bebé están perfectamente. Cuando él se niega le amenaza con contarle a su esposa que se alojó en el hotel con otra mujer, tal como consta en el registro. Para evitar el escándalo acepta la mentira, una actitud poo ética ¿No os parece?

Esta noche tenemos un nuevo episodio de la serie, no os lo perdáis pues está muy interesante.


En este blog dedicamos una entrada en la sección Postmortem al fallecimiento del actor español Juan Luís Galiardo. Ahora, en esta segunda temporada, que podemos ver los miércoles en Antena 3, podremos disfrutar del último papel para la televisión de este gran actor, que da vida al maitre del Gran Hotel.

En el siguiente vídeo podéis ver un resumen de la primera temporada de esta interesante serie de intriga.


2 comentarios:

  1. El aborto es un derecho de cualquier mujer, no es jugar con la vida o la muerte, es decidir sobre tu cuerpo. Un poco de sentido común, por favor.

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  2. Gracias por su comentario aunque he de discrepar. El aborto pude considerarse una intervención, nos puede parecer bien o mal según la conciencia y conocimientos de cada uno, pero no es un derecho, no es decidir sobre el propio cuerpo sino sobre el cuerpo de otro ser. No es jugar con la vida y la muerte, es directamente quitar una vida. Y eso tiene unas consecuencias no sólo en los niños no nacidos sino también en las mujeres que han abortado. Existe mucha literatura científica sobre el síndrome postaborto.
    Y le digo todo esto desde el sentido común, mis conocimientos y el Juramento Hipocrático.

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