miércoles, 23 de octubre de 2013

Sonrisas artificiales

Una sonrisa es un signo de felicidad, aunque ahora las sonrisas pueden comprarse por unos 1500 euros. Parece ser que Corea del Sur es un país obsesionado por el culto al cuerpo y la belleza, número uno en operaciones de cirugía estética. La operación de moda en estos momentos es la de la comisura de los labios que se denomina: "smile lipt" que dibuja una perenne sonrisa con la que sueñan muchas jovencitas coreanas, muy presionadas para casarse antes de cumplir los 30, y que no dudan en hacer lo que sea para encontrar un buen partido.

No entiendo por qué está de moda esta intervención quirúrgica, lo cierto es que yo prefiero que mi rostro muestre una expresión natural fruto de mis emociones y que se cumpla el dicho de que la cara es el espejo del alma. No deseo una sonrisa perenne, estática y vacía sino una sonrisa de verdad, cuando me alegre de ver a alguien, o cuando sea testigo de la ocurrencia divertida de un niño, al ver una película de mi agrado, o cuando disfrute haciendo cualquier cosa o charlando con una persona querida. Además, pensándolo bien esa sonrisa mantenida puede ser muy inconveniente en algunos casos, como al asistir a un funeral, pero lo cierto es que hay gente para todo como comenté en una reciente entrada sobre aquellos que se operan para parecerse a sus ídolos. Y vuelvo a preguntarme si en todo esto no existe un fondo patológico.


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